No paro de pensar en qué ocurrirá cuando le vea, cuando por fin le tenga en frente de mí. Tengo miedo de comportarme como una niña tonta y que la vergüenza y los nervios se apoderen de mí. No, eso no puede pasar bajo ningún concepto. Cuando le vea tengo que demostrarle las ganas locas que tenía de que llegara ese momento, quiero que note que me moría por verle y por poder tocarle después de tan larga espera. Sí, quiero que sea como en las películas y por eso, correré hacia él como si se me fuera la vida en ello y no vacilaré a la hora de saltar sobre él para achucharlo con todas mis fuerzas. Además no tengo nada que temer porque sé que él me acogerá entre sus brazos. brazos.

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